Aunque Central Park es la zona verde más icónica de Nueva York, esta ciudad cuenta con diversos parques para que la gente descanse del bullicio de la jungla urbana. Los parques públicos en los cinco barrios facilitan la vida diaria en la ciudad que nunca duerme y les proporcionan a los neoyorquinos el lugar que necesitan para hacer un pequeño descanso.
¡Además Nueva York está bien situada para poder disfrutar de los parques temáticos del área metropolitana, que aportan entretenimiento y diversión tanto para los amantes de las emociones fuertes como para quienes deseen salir de la ciudad para hacer algo diferente!
1. Relájese en Midtown Manhattan en el césped de Bryant Park
Siendo uno de los parques más grandes de Manhattan y situado al sur de 59th Street, Bryant Park es más que un césped cómodo y verde: hay muchas instalaciones culturales y eventos que atraen tanto a los turistas que vienen por primera vez a Nueva York como a sus residentes. La Biblioteca Pública de Nueva York instala una biblioteca al aire libre durante los meses de verano para que la gente pueda leer libros y acudir a lecturas de escritores famosos. Las zonas de comedor al aire libre proporcionan a los trabajadores el espacio que necesitan para comer y a los turistas el sitio perfecto para ver cómo la gente juega a los bolos, a la petanca, al ajedrez, al ping-pong y a muchos otros deportes. La proyección de películas en verano (todos los lunes hasta el 24 de agosto), de espectáculos de Broadway (todos los jueves hasta el 13 de agosto) y otros eventos culturales atraen a una gran multitud por las noches. ¡Diríjase a Bryant Park para pasar una noche cultural gratuita en una de las zonas verdes más queridas de la ciudad o experimente todas las otras opciones que ofrece Midtown East!
2. Playland ofrece diversión y nostalgia en Rye, Nueva York
Situado al norte del Bronx en Westchester County, Playland ofrece las clásicas y divertidas atracciones, juegos y puestos de comida en Long Island Sound. El ambiente clásico del parque hará que los padres sientan nostalgia ya que las mismas atracciones que han atraído a visitantes durante los últimos 100 años continúan entreteniendo a nuevas generaciones. Aunque no sea un amante de las emociones fuertes, el diseño art-decó del parque proporciona una percepción instantánea de la historia y la cultura de la región, así como un fondo perfecto para fotos y para pasarlo bien. Se puede destacar el octogenario Dragon Coaster (llamado así por la mascota del parque), el Derby Racer y atracciones clásicas como el log flume [troncos que bajan por el agua] y los go-karts. La entrada cuesta 30$ para quienes se monten en las atracciones, 20$ para niños que midan menos de 1’22 m y 10$ para los espectadores. También puede obtener un pase de temporada y disfrutar del parque todo el verano (todos los días excepto los lunes hasta el 7 de septiembre) por 96$ (para quienes no son de Westchester), 80$ (para los residentes de Westchester) o por 35$ (para los espectadores).
3. Prospect Park es una gran alternativa al ajetreo de los parques de Manhattan
El paisajista de Central Park, el famoso Frederick Law Olmsted, consideró este gran parque situado en Central Brooklyn su obra maestra. Al ver sus serpenteantes praderas, sus tranquilos bosques y los conciertos gratuitos es fácil de saber por qué atrae a visitantes de los cinco distritos y de muchos otros lugares . Este encantador parque posee mucho espacio para realizar eventos como barbacoas familiares, conciertos al aire libre y la Celebrate Booklyn, una serie de conciertos y espectáculos, algunos de los cuales son gratuitos, que se desarrollan durante todo el verano. Es también el lugar perfecto si desea visitar el Brooklyn Museum, justo al exterior de la entrada a la Grand Army Plaza, que abre de miércoles a domingo y cuyos precios son de 16$ para adultos y 10$ para estudiantes (¡los menores de 19 entran gratis!). ¡Para más información sobre qué hacer por la zona de Prospect Park, visite nuestra guía de este barrio!
4. Luna Park mantiene vivo el espíritu de Coney Island en Brooklyn Seaside
Un legado de la época pasada, el Coney Island de Brooklyn fue uno de los primeros parques de atracciones de Estados Unidos y que además definió la estética de las ferias del siglo XIX y de principios del XX. Debido a su localización en primera línea de playa y a su fácil acceso (justo nada más salir de las líneas de metro Q, N y D), Coney Island ha permanecido como el lugar de ocio de los neoyorquinos a pesar de que el nombre de este icónico parque ya no es el mismo. Su sucesor actual, Luna Park, alberga piezas vivientes de la historia como el Cyclone, uno de las montañas rusas más largas y antiguas que data de 1927. La entrada al parque es gratuita y las atracciones empiezan costando 1 ficha (1$) aunque hay packs de fichas disponibles. Si le han cansado las atracciones o si necesita alejarse de la multitud, busque un sitio en la arena de la adyacente playa para recibir brisas frescas y tener vistas al Atlántico en uno de nuestros lugares favoritos del verano.
5. El High-Line
Un símbolo de la revitalización de Nueva York, esta única vía de tren se encuentra en una antigua línea de ferrocarril al oeste de Manhattan. Extendiéndose desde el West Village (uno de los barrios más interesantes de Nueva York), el Meatpacking District y Chelsea, el High Line es el parque más reciente y hippie de Nueva York. Pasando entre y elevándose por encima de algunos edificios, el parque cuenta con elementos de diseño industrial, gran cantidad de arte local y unas vistas increíbles de Manhattan y del río Hudson. De esta ruta se puede destacar el nuevo Whitney Museum of American Art al sur del parque (la entrada cuesta 22$ para adultos y estudiantes y es gratuita para visitantes menores de 18 años), el adyacente Standard Hotel con su bar en la azotea, Le Bain y las galerías de las calles principales — 14th, 23rd y 34th, lugares perfectos para mirar el atardecer de Nueva York.
6. Los Victorian Gardens de Wollman Rink
No tiene porqué adentrarse en los suburbios para encontrar un lugar de diversión para los niños– ¡este mini-parque temático se encuentra en el corazón de Manhattan en Central Park! Siendo una tradición neoyorquina desde 2003, esta feria anual tiene lugar en Wollman Rink cerca de la entrada sur del parque. Se incluyen atracciones como el Aeromax, el popular y permanente Barnyard y atracciones clásicas que no se puede perder como el Whac-a-Mole y el Hydro Racer. La entrada es accesible para todos los públicos pagando 8$, 1$ por ticket (se necesitan 4 tickets por vuelta o partida) o una tarjeta ilimitada por 23$. Sepa que los fines de semana los precios incrementan 9$ y 26$. Aprovéchese de las atracciones en verano antes de que desaparezcan a mediados de septiembre. Después de haber examinado las atracciones, piense en explorar la famosa Milla de los Museos de Manhattan que comienza al norte de Wollman Rink.
7. Inwood Park
Al extremo norte de la Isla de Manhattan se encuentra una de las últimas porciones naturales que quedan en esta jungla de cemento: Inwood Hill Park. Merece la pena ir hasta la parte alta de la ciudad para ver el último bosque natural de la isla donde cuevas y acantilados aportan un paisaje dramático que explorar. Si tiene suerte podrá encontrar algunas de las últimas aves rapaces de Nueva York; este parque es hogar de águilas calvas (desde 2002) y de los más comunes halcones de cola roja. Para quienes no les gusta demasiado la naturaleza está también el Metropolitan Museum en el que la colección de arte medieval está presentada de manera fascinante en Cloisters, una antigua abadía francesa. Se recomienda pagar una entrada de 25$ para adultos, 12$ para estudiantes, 17$ para ancianos y nada para los niños menores de 12 años. ¡Planifique su viaje para poder disfrutar de este museo que abre todos los días de la semana!
8. Legoland, Nueva York
La nostalgia de los adultos se encuentra con las ganas de jugar de los más pequeños en Legoland Nueva York, un amplio, permanente y popular juego en el que se basa este parque temático. Hay muchas atracciones para todos los gustos y para toda la familia, desde espectáculos multimedia como el Cine Lego 4D, maravillas mecánicas en el Factory Tour y hasta exposiciones temáticas como carreras Lego, Academia de Bomberos o la avanzada Academia Master Builder. Esta diversión tan interactiva no acaba en los juguetes; hay también atracciones increíbles como el Kingdom Quest, donde podrá disparar con láser a trolls y esqueletos que están al acecho mientras pasea por este recorrido de Lego. Las entradas cuestan 15$ para niños y 19$ para adultos (si se compran online) o 24$ para niños y 26$ para adultos si las compra al momento. ¡Hay visitas los 7 días de la semana!
9. Flushing Meadows-Corona Park
Siendo uno de los destinos más únicos del creciente barrio de Queens, Flushing-Meadows Corona Park es un clásico de Nueva York donde se juntan la historia y la naturaleza. Inmortalizado en Men In Black, los espectaculares restos de la Feria Mundial de 1964 hacen que este parque destaque con esas dos grandes torres, con el icónico Unisphere (una colosal esfera abandonada) y con una distribución única y reminiscente de las exposiciones temáticas que un día dieron forma al parque; aunque esta no es toda su historia. El parque fue la localización del Valle de las Cenizas en la novela El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald y fue hogar del primer edificio de las Naciones Unidas en 1939. Además de esas atracciones hay diversos lagos y amplios espacios verdes que contrastan con el gran centro urbano de Queens. El parque está situado en una buena zona cerca del Estadio Mets-Willets, el US National Tennis Center (donde se celebra el US Open) y el Queens Museum, ¡haciendo así que sea una gran opción para pasar el día por los barrios más lejanos!
10. Parque acuático Runaway Rapids
Frente al puerto de Nueva York, el parque acuático Runaway Rapids se encuentra dentro del parque de atracciones Keansburg, un clásico de Nueva Jersey al que se puede acceder fácilmente desde Nueva York. Este parque ofrece a los amantes de las emociones fuertes docenas de diferentes toboganes de agua además de las atracciones acuáticas clásicas como la piscina de olas o piscinas similares a ríos (lazy river). Lo mejor de todo es que al estar justo en el Atlántico el parque está al lado de la playa. Si se ha cansado del cloro de la piscina, puede relajarse en la arena de la playa o meterse a sus aguas; además es el punto más septentrional de la costa de Jersey. Hay una gran variedad de entradas que se adaptan a sus necesidades: 25’95$ por dos horas, 27’95$ por tres horas y diversos precios para los niños y espectadores que no quieren mojarse.
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